La compañía Bioprojet se fundó en 1982 por iniciativa de Jeanne-Marie Lecomte y Jean-Charles Schwartz, doctores en Farmacia y Ciencias. Con orígenes muy distintos, Jeanne-Marie Lecomte hizo su carrera en la industria farmacéutica, mientras que Jean-Charles Schwartz siguió en el ámbito universitario.
Decidieron agrupar investigación académica y desarrollo farmacéutico industrial, una práctica poco habitual en ese momento. Con Bioprojet, persiguen un objetivo basado en trabajo innovador de investigación para diseñar y desarrollar fármacos destinados a ser precursores de nuevos grupos terapéuticos. Para lograr esta meta, Bioprojet se ha asociado con Inserm, donde Jean-Charles Schwartz dirige una unidad de investigación, y con diversos laboratorios universitarios de química médica.
Actualmente, Bioprojet está dividida en dos entidades, con un total de 87 empleados responsables del desarrollo y comercialización de fármacos:
Bioprojet PHARMA, creada en 1992, reúne a 42 empleados responsables del desarrollo y comercialización de fármacos.
Bioprojet BIOTECH, creada en 2001, reúne a 45 empleados que gestionan la I+D del Grupo. Hay cuatro unidades: bioquímica/biología molecular, química terapéutica, farmacología y farmacocinética.
PRIMER ÉXITO MUNDIAL
El primer proyecto conjunto de investigación entre Bioprojet e Inserm abarcó neurotransmisores, opiáceos endógenos, el descubrimiento de una nueva enzima responsable de su inactivación, y dio lugar en 1993 al lanzamiento de un fármaco antisecretor intestinal puro para el tratamiento de la diarrea.
El proyecto tuvo éxito mundial en el año 2000 con la comercialización de su versión pediátrica. Distribuido en 70 países de Europa, África, Asia y Latinoamérica, más de cien millones de pacientes ya han sido tratados, mientras que hay en marcha varios programas de desarrollo, que incluyen una suspensión oral.
Un descubrimiento relacionado con otro receptor de histamina dio lugar al desarrollo de un antagonista/agonista inverso de los receptores H3 de la histamina en el cerebro. Comercializándose así un nuevo producto para el tratamiento de la narcolepsia, con o sin cataplejía. Este nuevo producto ha sido autorizado para su registro en varios países de la Unión Europea desde 2016.
DESARROLLO CONTINUO DEL GRUPO
En 2001, Bioprojet adquirió el centro de investigación de GSK en Saint-Grégoire, cerca de Rennes, alojó a sus investigadores y a investigadores locales, y lo reorganizó. El objetivo era crear nuevas moléculas y llevar a cabo el desarrollo preclínico de estos candidatos a fármacos. Cada año se diseñan y estudian aquí un millar de moléculas.
El Grupo también continúa desarrollándose mediante la compra de licencias de comercialización o de derechos internacionales de fármacos, cuyos principios activos entren en sus áreas de experiencia. Bioprojet sigue desarrollándolos para crear nuevas formulaciones y combinaciones y para ampliar sus indicaciones. En 2013, Bioprojet adquirió la compañía británica Lincoln, propietaria de los derechos mundiales de varios medicamentos de interés.
Por último, desde comienzos de la década de los 2000, el Grupo ha establecido varias filiales a escala internacional. Bioprojet opera actualmente en nueve países (Francia, Benelux, Italia, Reino Unido, Alemania, España y Túnez). El Grupo pretende reforzar su modelo estratégico e incrementar su importancia internacional, directamente o a través de asociaciones.
Bioprojet Pharma comenzó su andadura en España en el año 2018, entrando en el mercado de la anafilaxia apoyándose en una estructura local comercial. En el año 2021 consigue la autorización para participar en el mercado de narcolepsia. Actualmente cuenta con una red comercial que apoya el desarrollo e implantación de Bioprojet a lo largo de todo el país.
Los Colaboradores de Bioprojet siguen la ruta trazada por los Fundadores y están guiados en su misión por valores tales como: Innovación, Integridad, Excelencia, Pasión y Compromiso; todos estos valores aplicados al ámbito de la ciencia y la salud. Tal como afirmó Louis Pasteur: “Maravillarse es el primer paso para un descubrimiento”.
Bioprojet es una compañía de escala humana que favorece la autonomía y el sentido de la responsabilidad, haciendo posible que todos los colaboradores den lo mejor de sí mismos.
Nuestro código ético desarrolla el compromiso de Bioprojet y de sus colaboradores para el respeto de todas las normas y buenas prácticas inherentes a nuestras actividades y profesión.
Nuestro éxito es el resultado de unos colaboradores excelentes y comprometidos.
Nuestro laboratorio destaca por su fuerza innovadora y su centro de investigación.
¿Podría explicar qué le llevó a crear Bioprojet y cuál era el foco de atención de esta empresa?
Bioprojet es una compañía farmacéutica innovadora y atípica, que el Prof. Schwartz y yo creamos en 1982 dado que compartíamos la misma filosofía e idea con respecto a la investigación farmacéutica. Es atípica debido a que se construyó partiendo de investigación fundamental, algo que era bastante poco habitual esos días.
Por cierto, hace más de un siglo, Pasteur ya había compartido esta idea cuando dijo que hay dos tipos de ciencia: la ciencia fundamental y las aplicaciones de la investigación, ambas relacionadas entre sí como el árbol y la fruta que cuelga en sus ramas.
Esto es aún más cierto cuando se habla de investigación sobre un nuevo fármaco que va a llevarse a cabo lo antes posible, a un punto en el que se resuelvan los mecanismos fisiológicos y fisiopatológicos, y que debe tener un enfoque interdisciplinar.
Por lo tanto, partiendo de las nuevas dianas biológicas que sospechábamos pudieran desempeñar un papel en las enfermedades, hemos intentado identificar de forma racional desde la década de 1980 nuevas clases terapéuticas que pudieran ser útiles en salud pública.
Después de diez años de investigación y desarrollo, encontramos una molécula completamente nueva en un campo en el que la innovación había sido escasa durante mucho tiempo. Lo que encontramos fue una molécula antisecretora pura que inhibía la hipersecreción inducida por la diarrea.
Así, después del lanzamiento de un nuevo producto, fruto de la investigación de estas dianas terapéuticas, continuamos creando una segunda sociedad denominada Bioprojet Pharma en 1992.
¿Y tuvo éxito?
Sí, de hecho, a los dos años este nuevo producto alcanzó un gran éxito. Actualmente se desarrolla, registra y vende en 90 países.
Este éxito nos permitió continuar nuestra estrategia de investigación y desarrollo y afortunadamente adquirimos en 2001 el laboratorio de investigación Bioprojet Biotech.
Bioprojet ha dado ahora un significativo paso hacia delante al desarrollarse a mundial. Estamos establecidos en 9 países europeos (sin contar Francia), y esta presencia permite a Bioprojet expandirse internacionalmente.
El siguiente paso para Bioprojet es establecer nuestra presencia en los Estados Unidos a través de nuevos productos con cierto recorrido en el mercado Europeo.
Seguimos siendo ambiciosos, pero también fieles a nuestra vocación para la investigación y la innovación, y esperamos proseguir con nuestra misión: estar al servicio de los pacientes.
¿Podría explicarnos qué hay en el centro de investigación de St. Grégoire, cómo funcionan las 4 unidades, cuál es el enfoque global del centro y su organización?
La organización se basa en trabajar en un objetivo bien identificado y definido. Para ello, debe producirse la diana. La unidad de biología molecular se encarga de construir receptores recombinantes y enzimas recombinantes con la tecnología genética molecular actual. Esto permite ensayar la interacción de las moléculas con las proteínas diana en un tubo de ensayo.
El segundo equipo es un grupo especializado en química que produce moléculas candidatas capaces de adaptarse a la diana previamente descrita. Para ello, primero se estudia la diana mediante modelización molecular. Aun cuando la diana no se haya cristalizado, por analogía con las dianas vecinas, podemos construir ahora un modelo teórico altamente dimensional de la proteína, es decir, de la diana, y con ello podemos ensayar in silico las interacciones de la molécula con la diana. Esto nos proporciona un camino a seguir para la síntesis química. Seguidamente, los químicos del equipo sintetizan (con métodos tradicionales) las moléculas capaces de actuar.
Después, necesitaremos realizar ensayos en moléculas bien seleccionadas. Es el equipo de Farmacología el que realiza estos ensayos en animales o en tejidos animales, para comprender mejor qué efecto tendrán las moléculas recién encontradas y seleccionadas, y a partir de ahí planificar indicaciones terapéuticas potenciales.
Por último, el equipo de Farmacocinética dosificará la molécula con tecnología avanzada. Seguirán su cinética en la sangre y en los tejidos para comprender su duración de acción, su potencia… y de este modo hacer una selección final en función de estos parámetros farmacocinéticos.
Todo esto parece un proceso complejo, ¿qué ventajas ofrece el centro de investigación Bioprojet Biotech?
En realidad es un proceso complejo, y la gran ventaja de nuestro centro de investigación consiste en nuestros equipos pequeños, que únicamente cuentan con unas cincuenta personas. Hay una fuerte interacción entre ellos por lo que los programas son adaptables y pueden modificarse fácilmente.
Adquirimos el centro en 2001 y mis colaboradores y yo hemos construido desde entonces una herramienta destacada, suficientemente reconocida por los resultados alcanzados. Esta herramienta es tan eficiente como los centros que cuentan con cientos de investigadores.
Estoy muy orgulloso de este logro y espero que contribuya a la mejora de la salud pública y al éxito de Bioprojet.
BIOPROJET PHARMA
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